5 mar 2010

EDICIÓN Nº 27 - 2010


Lágrimas


Prontas asoman en el surco de la mirada
llamando a los recuerdos que se filtran por las pupilas luminosas.
Caen las gotas volviéndose lago.
Lago que lava las elípticas mejillas.
Y la noche con su manto acoge, para luego
abandonarlas en el charco donde sueñan las estrellas.
Mientras la luna aspira el dulzor de los naranjos.
Y escucha al interminable cancionero del río
que corre entre las pencas.
Diamantes parecen cuando brillan
en el atardecer que el ángel dibujó.
Y por las mañanas con el sol se derriten,
acarameladas gotas de miel.
Con hilos de plata el rostro hilvana, diáfanas puntadas
que esperan las suaves manos
atesoren en pequeños pedacitos de cristal.
Lágrimas, que en la mañana despiertan en trinos
al afligido corazón.
Y en él ruedan y ruedan.
¿Hacia dónde van?