23 oct 2009

EDICION Nº 23 - 2009

Corazón de otoño

Despuntaba el alba tras la montaña y él, abría sus ojos castaños y en su boca de miel guardaba los albedríos del verano.
Al prado, al campo y al parque abraza tibiamente mientras se posa en las alas de una mariposa; y en la fuente, donde vienen a beber pájaros azules, las rosas su contorno han esmaltado.
Entretanto la luna, austera, viaja en silencio por el manso río; la noche la mira ausente.
Sólo ha quedado la melodía del jilguero acongojado, cabalgando entre las ramas desnudas de los árboles.
El campo en cambio, va amalgamando colores almendrados al llegar el triste atardecer, y en las tiernas azucenas los grillos adormecieron.
Vientos azulados de violetas, rozan al cuerpo dorado de las margaritas, que en el efímero cristal del aire tallaron su forma en aquellos días calurosos.
En cambio, los pensamientos se deshojan entre la poesía del otoño; que con sus ojos castaños y su boca de miel, ruedan junto a las nueces.
Y el pájaro calló el canto mientras perdía su ilusión… ahí, donde la lluvia olvida al perfume del jazmín.
Con él también, ha callado el canto en mi entristecido corazón de otoño.